Trabajadores de Residencias para Personas Mayores

PREVENCIÓN DE TRASTORNOS DORSO-LUMBARES DEL TRABAJADOR EN GERIATRÍA:

Las movilizaciones de pacientes requieren esfuerzos musculoesqueléticos muy significativos, que pueden dañar la columna y la espalda si no se realizan los movimientos de manera adecuada o si estas soportan una tensión elevada.
Los trastornos dorsolumbares en las tareas de movilización de pacientes aparecen por realizar levantamientos incorrectos, con cargas excesivas y/o adoptar posturas incorrectas.
Otros factores que tienen influencia en este tipo de trastornos son:
-Espacio de trabajo insuficiente- Ritmo de trabajo elevado- Organización deficiente- Falta de material adecuado y de ayudas mecánicas- Ausencia de formación y entrenamiento en técnicas de movilización y utilización de losmedios mecánicos (fundamentalmente grúas).
MEDIDAS PREVENTIVAS:dolor_espalda
1.Valorar Peso y autonomía de la persona a movilizar.2.Necesidad de ayuda de un compañero.3.Necesidad de emplear una grúa u otro medio mecánico.
4.Conocer la movilización a realizar y cómo realizarla.
Es fundamental conocer por donde se debe coger a la persona a movilizar, según su enfermedad o lesión y su grado de dependencia, así como preparar el área y los medios mecánicos o utillaje que se utilice para la movilización y pedir la ayuda de otro compañero, no se debe querer ahorrar tiempo en la movilización, utilizar el tiempo necesario

 

PROTOCOLO PARA DAR DE COMER A LAS PERSONAS MAYORES

No hay que estar de pie cuando se les de de comer.

Otro aspecto sobre el que se incide es la costumbre de muchos cuidadores, Auxiliares, gerocultores, etc, es de dar de comer a los mayores estando de pie. “El cuidador debe estar a la misma altura que el paciente y es conveniente no darle la comida desde arriba, ya que en esta postura el riesgo de atragantamiento es mucho más alto”. Ademáscomer, señala que esta forma de dar de comer “de arriba a abajo” es algo que “se percibe negativamente por el paciente mayor, dado que se siente tratado como si fuera un niño pequeño, minusvalorándole”.
También se señala la necesidad de dar tiempo suficiente a los mayores para que coman a su ritmo.

“Si una persona adulta almuerza normalmente en unos 20 ó 30 minutos, para la persona mayor ese tiempo se puede alargar hasta los 40 ó 50. Hay que darles el tiempo que precisan y no hacerles comer con prisa”, indica. La existencia de unos horarios regulares en las comidas es otro aspecto que se debe tener en cuenta, según la doctora Arantza Pérez Rodrigo, geriatra de la residencia Igurco Unbe y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Médicos de Residencias.

«Dar de comer a los ancianos requiere unos conocimientos especiales»